Hola comunidad.
Ayer me tomé el día para respirar.
Para dejar que el cuerpo asimilara lo que acabábamos de vivir.
Porque hicimos el programa de televisión que soñaba desde hace meses.
Y cuando los sueños se cumplen, el alma necesita silencio para celebrarlo por dentro.
Hoy abrí el móvil y tenía 27 mensajes sin leer.
Pero hubo uno que me tocó hasta el tuétano.
Una madre me escribió solo esto:
“Gracias. Ayer, por primera vez, mi hijo se sentó a ver el programa semanal conmigo. Me dijo: ‘Yo también puedo ser feliz así’.”
Cerré el móvil.
Me fui a la cocina.
Y Sergio, mi hijo, que estaba desayunando, me miró y me dijo:
—Papá, ¿por qué lloras si hoy no es tu cumple?
Le acaricié el pelo.
No le dije nada.
Porque hay emociones que no necesitan traducción.
Hoy no te hablo de audiencias, de métricas ni de impacto en redes.
Te hablo de lo que de verdad cuenta.
💛 De niños que se ven reflejados.
💛 De madres y padres que encuentran esperanza.
💛 De emociones compartidas que nos recuerdan por qué hacemos esto.
Y por eso te escribo hoy.
Porque si aún no has visto el programa de la semana pasada, puedes hacerlo aquí:
👉
Si te emociona, coméntalo.
Si te remueve, compártelo.
Si te toca el corazón, hazlo llegar a alguien más.
Entre todos, podemos acompañar a muchas más familias.
Entre todos, podemos hacer que este mensaje abrace más hogares.
Gracias por estar,
por seguir,
y por no dejar de creer con nosotros.
Y mañana, haremos un directo muyyyy especial (manteros atentos y atentas)
Seguimos caminando con emoción.
Y con propósito.
Un fuerte abrazo,
Alberto Fernández
y el equipo de Abraza la Sonrisa
Qué hermoso que el alma se llene con todo lo que hacemos. Felicidades querido Alberto por todo lo que nos estás enseñando y sobretodo por tu gran corazón. Estoy orgullosa de contar con tu apreciable amistad.